
(Foto original de RFT)
(Wenceslao murió heroicamente conservando su condición
tras un ataque certero de Miguelito, el marido de Pocci)
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Asunto: | NINDIRÍ-17 |
Fecha: | Fri, 29 Sep 2000 01:43:43 +0200 |
De: | RFT |
PARA: |
He sabido de vuestra preocupación y angustia por el tema de los amores primeros.
Ya hace tiempo hablaba de antiguos amores, citando a Tabucchi, citando a Colet, la pobre Colet:
«Que faites vous des anciennes amours? Les chassez vous comme des ombres vaines? Ils ont été, ces fantômes glacés, coeur contre coeur, une part de vous même»
También he sabido de vuestra inquietud, desde ayer, por el terrible desenlace.
Por eso, hablando de amores intensos:
«(…) 12 de diciembre de 1452. Hoy os vi y os hablé por primera vez. Fue algo semejante a una conmoción sísmica. Todo en mí pareció trastocarse. Las losas de mi corazón se abrieron y mi propia naturaleza me pareció ajena>>
he decidido no manteneros en tal sufrimiento y contaros, confesaros, mis decisiones y reflexiones:
1.-) El conejo blanco (el acosador sexual) ha quedado solo en la jaula de abajo y con sus ojos rojo intenso, alizarín, color "Apiretal" de niños, mira vengativo y abandonado en su frustración porque cree que el sexo es una descarga. Hay quien sostiene ―eso he leído el martes― que la mayor parte de las jaquecas y migrañas en mujeres se curan masturbándose; pero eso no parece tema de conejos blancos, con o sin reloj. Ni siquiera parece asunto de sombrereros locos.
2.-) Al conejo gris ―que parece haber tomado lecciones del blanco, pues teniendo a la hembra preñada, no la deja ni a sol ni a sombra―, le he movido a la jaula de la coneja negra ―la acosada sexual― a la que últimamente Sebastián llamaba Cristina. De esta forma, la coneja marrón podrá parir en paz y sin ajetreos.
3.-) La coneja marrón, como he dicho, se ha quedado en la paridera de arriba, tranquila de requiebros y con ojos de Bambi.
4.-) La jaula de arriba, la paridera, la he dividido en dos y he subido, justo a la otra parte, a la coneja negra (Cristina), para que no se encontrara en segundas nupcias agresivas y adulterio manifiesto con el conejo gris en la jaula de abajo.
5.-) Por último (estoy agotado) he puesto una cestita junto a la coneja negra con Miércoles y Jueves dentro, que no hacen más que dormir, pues es lo suyo.
Espero que esto os permita descansar después de la tensión de ayer y podamos todos dedicarnos a reflexionar sobre el amor primero o profundo, olvidando por un rato "La Colina de Watership".
¿Alguno de vosotros piensa venir este fin de semana o alguna vez?
P.S.: El pato, Arturo, está en su sitio y yo, "calaíto" como Paco Ortega, he inclinado la cabeza sobre el hombro derecho y miro debajo de las nubes bajas que ahora avanzan hacia Pedrezuela.
[1] Antonio Tabucchi, ”La cabeza perdida de Damasceno Monteiro", Ed. Anagrama, Barcelona, mayo 1997.
[2] Mika Waltari, "El sitio de Constantinopla"; Edhasa, Barcelona 1994. Véase también “La caída de Constantinopla 1453” de Sir Steven Runciman, Ed. Reino de Redonda, Barcelona, 2006.