jueves, 15 de febrero de 2001

NINDIRÍ-43.-





X400
Asunto:
NINDIRÍ-43
Fecha:
Thu, 15 Feb 2001 19:25:49 +0100
De:
RFT
PARA::

Cuenta Julio, que ya me lee, que no sabe quién es Yolanda, que no me lee. Yolanda no me lee porque no puedo enviarle estos mensajes, al no tener dirección suya de correo; es decir, la gente que digo que no me lee, no es que me desprecie, sino que no me recibe, pero Julio se arma estos líos porque es nuevo.
He contado muchas veces una frase de Asimov que fue escrita respecto de chicos que hoy tendrán unos cuarenta años:
"El problema de estos niños -decía Asimov- no es que sean jóvenes, es que son NUEVOS"

Asimov pretendía romper la cadena de la herencia genética, hoy tan de moda, con una simple confirmación informática, porque, incluso hoy, hay jóvenes que no son jóvenes: SON NUEVOS.
Mis dos hijos son nuevos; incluso P y J son nuevos.
Julio es nuevo y por eso le pasan estas cosas, tiene otro procesador, hace pis en los árboles y no sabe absolutamente nada de la cría de conejos, que es lo que le angustia a Teresa, que lleva toda la semana llamándome para que me haga cargo de dos conejos que le han regalado tras realizar un curso de "crecimiento personal" (???) El crecimiento personal, los conejos o las japonesas son cosas que aquí no mitigan el atardecer, como los plásticos esos que les ponéis a los niños en esas terroríficas zonas de los parques de atracciones no les libran de una mojadura.

Cuando llamo a Teresa me dicen: «¡Nueva Izquierda!, ¿dígame?»
Ando yo enfermo y por eso todo el mundo me dice que me abrigue: ¿cuándo entenderéis que el frío no tiene nada que ver con las gripes, catarros y esas cosas que andáis todos incubando?
Me pide Julio que por causa del "TELENTI-2" le "hermane" con Carola, como esto de los pueblos, y que sucede, por ejemplo, cuando se entra en San Vicente de la Barquera (si uno lo consigue) y pone: "Municipio hermanado con Ornay";  cosa que siempre ocurre con ciudades francesas o con los rotarios, que son de abundar generoso; y en tal petición, no sé qué hacer.
―Carola, hija, que te sientas hermanada con Julio.
― Julio, hijo, date por hermanado con Carola.

―Madre, he aquí a tu hijo.
―Hijo, he ahí a tu madre.
Los gnósticos hablaron de la prueba de paternidad y de la pasión, pero en el sitio andan atropellando gente con autobuses y descargando misiles sobre coches, es decir, matando niños todos los días, como dicen que hacía Herodes.
«Julio: dice Carola que no se quiere hermanar contigo, porque no sabe quién eres y porque ni sabes aderezar al tresbolillo ni has sujetado los geranios con filástica.»
No sé, yo nunca he sabido hermanarme con nadie, ni con mis hermanas, las dos, ni con el del gasóleo, que vino a las 4: "...porque se me había roto el camión y tiene un conducto que me pierde agua algunas veces y otras no..."
Yolanda tiene una tiendita enfrente de donde yo tengo un pleito. Vende ceras, maderas de aroma fresco, bufandas que no nos ponemos y que: «...¡hijo mío!, hoy no me diste ni un beso y no llevabas la bufanda que te regalé...»
Yolanda refresca las sábanas en verano y guarda cuenta de la cuentas de ámbar que ensarta, aunque al final no sirva para nada compensar las cosas en ámbar. Y tiene madre muy agraciada y conversable, junto al té de menta, y un padre...

Todos tenemos madre y padre.
Yo intenté el martes que Sebastián entendiera por qué Adán y Eva podrían tener ombligo, pero me enzarcé en una discusión sobre lo que era el ombligo que terminó abruptamente al llegar a su colegio.
¿Tendrían ombligo?
Pero Yolanda tiene cosas que no podéis imaginar y que tintinean. Debéis verlas con cuidado y ternura en su local de la calle Lóriga.
Julio no.
Julio sólo tiene atardeceres de mar, ojos de niñas y miradas de arena, sabe lo que es el florecer amarillo de las mimosas y posee calma, sosiego...
Julio tiene paz para todo el mundo, paz de galletas mordidas.
Llamó Mv cuatro horas antes de que aquí supiéramos del nuevo terremoto en El Salvador. Los terremotos y las cosas suceden, pero aquí nos enteramos más tarde, cuando lo deciden las noticias de prensa, salvo lo de la Bolsa, esa estupidez de la que Saramago nos dice que creemos todos los días y que es mentira. Mv está bien y así se lo dije, vía socorro, a quien pudo interesar. Su presencia en El Salvador no le interesa a nadie, salvo a Julio...
Quizá también a Yolanda...
Yo digo «quizá».
Vosotros decís «quizás».